viernes, 3 de julio de 2009

¿Inestable o elbatsenI?

Ninguna de las dos…


Par e impar,

quizás le da igual.


Un día comienza a caminar y se topa con un misterio;

al otro con una frase interesante.


Quizá se refugia en la tranquilidad de las tardes o prefiere manejarse en la atareada mañana;

quizá venga o no, pero Julia la inestable quizá no decida hoy.


Definirse no es sencillo, tomar un camino tampoco lo es; pero, mientras disfrute de su libertad,

mañana o tarde dará igual.



Mañana o tarde, pasado también… ¿Importa cuál seguir?

No, seguirá siendo indivisible e única; mañana o tarde, pasado mañana también…


Ahora, mañana más la tarde dan igual a libertad.

Libertad menos palabras eso si es negar la diversidad.
Si atenerse a lo que otros le dicen le resta la posibilidad de actuar,
no se preocupará
pues
no elegirá.
Sea inestable o no, Julia encontrará su camino al andar.




Fulvia Buonanno












viernes, 1 de mayo de 2009

Al fin Elizabeth

¿Qué cargan las hojas para dormir sobre las aguas?
¿Qué miran los bueyes si la sombra de la noche les cae?

¡Qué afán este de arrancar y poseer
de dominar y separar!
Ponme junto al caracol
para oir los intrincados hornos de la profundidad




Si estallas como fogata
y tu piel salta en los mil trozos de la memoria
¿dónde quedas?
Al gajo lo sostiene el terruño
al astro el tiempo, el espacio
A ti ¿qué te espera?
¿los rasgos del silencio vital
al no saber hacia dónde dirigirte
ni conocer ese fin tuyo
diferente al de la planta, al del animal?
Y sigues entre un múltiple ámbito
de mis facetas inseparables
desde el instante en que brotaron
¿Hay más?
Si el oro vive el vacío
¿cómo viviría lo que en nosotros es
desde el instante en que el alma nos perteneció?


jueves, 23 de abril de 2009

Elevación

Charles Baudelaire

Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,

Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.

Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.

Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,¡
Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!

Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo
-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!-.

miércoles, 14 de enero de 2009

Advertencia sobre errata

Como pordrán ver, amables lectores, hay unos cuantos errorcillos en el poema de Nazoa, Buenos días al Ávila, sin embargo, como dice un muy viejo poemario que era de mi abuelo (del año '67) "son fácilmente subsanables por el lector y el texto no sufre modificación sustancial", sólo uno importante: en un primer "mas", en las primeras líneas, debería decir "mar". De resto, creo que por lógica se sabe qué dice el texto realmente.

Gracias y disculpen

domingo, 11 de enero de 2009

Buenos días al Ávila

de Aquíles Nazoa

Buen día,señor Ávila
¿Leyó la prensa ya?
¡Oh no!...No se moleste:
siga usted viendo el mas,
es decir, cintinúe
leyendo en paz
en vez de los periódicos
el libro de Simbad.
¿Se extraña de la imagen?
Es muy profesional
¿O es que es obligatorio
llamarlo a usted Sultán
y siempre de Odalisca
tratar a la ciudad?

¡Por Dios, señor, ya Persia
no lee a Omar Khayyám,
y en vez de Syro es Marden
quien manda en el Irán!

Cambiemos, pues, el tropo
por algo más actual:
digamos, por ejemplo,
que usted, pese a su edad
y pese a que en un ojo
tiene una nube (o más),
es un lector celeste
y espléndido, ante el cual
como un gran diario abierto
se tiende la ciudad.

¿Se fija usted? La imagen
no está del todo mal...
¿Qué le ha gustado? ¡Gracias!
Volvamos a empezar.

Buen día, señor Ávila,
¿Leyó la prensa ya?
¿Se enteró de que pronto
con un tren de jugar
su solapa de flores
le condecorarán?
¡Oh no! ¡No, no! No llore,
¿Por qué tomarlo a mal?
Será, se lo aseguro,
un tren de navidad
con el que usted, si quiere,
podrá también jugar.
Serán, sencillamente,
seis cuental de collar
trapándose en su barba
de viejo capitán.

Tendrá el domingo entonces
un aire de bazar
con sus colgantes cajas
de música van
de la ciudad al cielo,
del cielo a la ciudad.
¡Adiós, adiós! los niños
le dirán al pasar
y el niño sube-y-baja
tal vez le cantarán:
usted dormido abajo
refunfuñando: -Bah...!
y arriba los viajeros cantando el pío-pá-

Pero ¿por qué solloza
si nada ocurrirá?
¿Le asusta que las Kódaks
aprendan a volar?
¿O díagame, es que teme,
¡mi pobre capitán!
que novios y turistas
se puedan propasar
y como a un conde ruso
lo tomen de barmán?
¿Es eso lo que teme?
¡Pues no faltaba más...!
¡Usted de cantinero...!
¡Qué cómico será!
¡Usted, que más que conde
fue en tiempos un Sultán
con una nube al brazo
diciendo: -Oui, madame,
en tanto que la triste
luna de Galipán
le sirve de bandeja
para ofrecer champán...!

Buen día, señor Ávila,
me voy a retirar.
Saludos a San Pedro
y a los hermanos Wright.

(El Ávila lloraba,
llovía en la ciudad).


martes, 2 de diciembre de 2008

Otros cuentos de los cuentos y Otros minicuentos de trece palabras. Por Armando Quintero Laplume

La confesión de Gepeto moribundo
- La carpintería quebraba… inventé lo de Pinocho… ¡Nunca crece una nariz por mentir!…

Teoría del personaje
- Soy enano, pero proporcionado – lamentaba Peter Pan -, los freudianos necesitaban el complejo.

Suicidio
Cansada de las carreras de su vida, la libre corrió tras un cazador.

Aquiles y la tortuga
- Me ganó la carrera – comenta el héroe – pero, ¿quién me quita lo descansado?


¿Quijotada?
- ¡Cerebro seco por leer!… ¡ja! – ironizaba Alonso Quijano con Cervantes – Pero… ¡ganamos fama!



Revolución Industrial
- ¡Estos londinenses están nublados! – reclamaba Drácula – Sus fábricas desangran más personas que yo.



Por primera vez
- ¡Los fantasmas no existen! – se repetía - mientras, con cierto escalofrío, atravesaba la pared.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Escritura

Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.

No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.

Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.

Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.

EUGENIO MONTEJO